Amber Business & Customer Solutions presenta los resultados de un estudio realizado, con el fin de conocer el nivel de felicidad actual de nuestros médicos de atención primaria, las variables que definen dicho sentimiento y el impacto que ello tiene en la relación que éstos establecen con la industria farmacéutica.
Los objetivos del estudio fueron: conocer el sentimiento subjetivo de felicidad actual del colectivo de médicos de Atención Primaria, determinar cuáles son los aspectos personales y profesionales que contribuyen en mayor medida a dicho sentimiento y cómo todo ello influye en la relación y valoración que mantiene con la industria.
Se realizó una doble intervención cualitativa (4 focus groups) y cuantitativa (308 entrevistas online distribuidas a nivel nacional).
La Herramienta que se utilizó para medir la felicidad, fue la Escala de Bienestar Subjetivo de Ed Diener, que al final ofrece unas puntuaciones que se miden en un rango mínimo de 5 (muy infeliz), a máximo 35 (muy feliz).
Resultados
1. ¿En qué medida son felices nuestros médicos de atención primaria?
En términos generales, podemos afirmar que los médicos de Atención Primaria españoles son felices. Basándonos en la Escala de Bienestar Subjetivo de Ed Diener, la media de felicidad de los médicos de atención primaria se sitúa en 24,94 (la puntuación mínima es de 5 y la máxima de 35) situándose por encima de la media alcanzada en población general en 2009 (21,01) y en 2008 (24,16) (fuente: Instituto Coca Cola de la felicidad).
Al analizar en detalle los diferentes niveles de felicidad (gráfico 1), concluimos que 2 de cada 3 médicos se sitúan por encima de la media.
2. ¿Cómo es la felicidad del médico según sus características?
Surgen diferencias significativas en el grado de felicidad del médico en base a diferentes variables como el hábitat en el que desarrollan su labor profesional, el sexo, la edad, la situación de pareja, los hijos y la edad de los mismos y si cuentan o no con plaza fija.
Son significativamente más felices aquellos médicos que: trabajan en poblaciones de menos de 250.000 habitantes, son hombres, tienen menos de 45 años o más de 55, tienen pareja estable, tienen hijos de menos de 10 años y cuentan con plaza fija.
Asimismo, se detecta como el nivel de felicidad del médico difiere según el área geográfica donde desarrolla su actividad profesional, siendo la C. Valenciana y la zona sur (sin incluir Andalucía) donde el índice de felicidad es superior, mientras en Cataluña, Andalucía y la zona Centro (sin Madrid) es donde el índice es menor (imagen 1).
3. ¿Qué contribuye a que un médico sea más o menos feliz?
Como parece lógico, y desde el plano racional, lo más importante para ser feliz es la salud (con un 6,3 de media en una escala del 1 al 7 y teniendo en cuenta todos los aspectos relacionados con esta dimensión) (gráfico 2), destacando la relevancia otorgada a “gozar de buena salud” (6,7).
En un segundo nivel, encontramos aquellos aspectos que hacen referencia al éxito personal y emocional (con una media de 6,0), siendo los principales: “disponer de tiempo para dedicar a la familia” (6,5) y “sentirse querido” (6,3).
El éxito profesional aparece como el aspecto de menor importancia con un 5,7 de media. La estabilidad laboral es el aspecto más importante en esta dimensión con un 6,3 de media.
4. ¿Qué variables son las que discriminan?
Tras valorar cada una de las variables en base a la situación personal de cada médico, se realizó un análisis más profundo de los datos aplicando un análisis de segmentación AID, con la finalidad de determinar qué variables son las que discriminan/ correlacionan en mayor medida con el índice de felicidad. En base a ello, se ha detectado que:
* La variable que más discrimina hace referencia al éxito personal: “disponer de tiempo para dedicar a la familia” -> los médicos más felices son los que tienen tiempo para dedicar a su familia.
* El segundo grupo de variables que más discriminan hacen referencia a lo profesional: “contar con el reconocimiento de los pacientes” y “tener acceso a recursos humanos y logísticos” -> los médicos más felices son aquellos que cuentan con el reconocimiento de sus pacientes y disponen de recursos a nivel laboral.
* Y en tercer y último lugar, nos encontramos con aspectos relativos a la autoestima: “sentirse querido” y “tener tiempo para dedicarse a sí mismo” -> los médicos más felices son los que se sienten queridos y disponen de tiempo para dedicarse a sí mismos.
En base a ello, podemos concluir que el éxito en las tres dimensiones anteriores correlaciona con el nivel de felicidad del médico (imagen 2), y que el no tener cubiertas las necesidades de orden inferior impide llegar a niveles más elevados en la escala de la felicidad (imagen 3).
5. El médico de atención primaria infeliz y su relación con la Industria Farmacéutica.
Se trata de un médico que cuenta con más necesidades en el plano personal (la base de la pirámide) lo que lleva a que parta de una emocionalidad negativa de base y ello impacte en el resto de dimensiones.
A nivel profesional se siente frustrado, limitado e incluso no respetado desde el propio sistema, su empresa y el paciente. Ello responde a que parte de un ideal simbólico del significado de ‘ser médico’ que no se corresponde con lo que vive y siente en su día a día (tabla 1).
En conclusión, es un médico que necesita altas dosis de humanismo en un entorno que siente deshumanizado.
La insatisfacción a nivel personal y profesional le lleva a que tenga una valoración negativa de la Industria Farmacéutica como concepto. Y, aunque las críticas muchas veces se construyen desde la dimensión racional (“se acercan a mí en busca de su beneficio económico”) éstas tienen un trasfondo claramente emocional (se siente utilizado, presionado…).
Define la relación con la Industria como interesada y desigual, en la que la Industria está obteniendo un mayor beneficio que el propio médico (gráfico 3), lo que conlleva a que establezca una barrera en la relación con la mayoría de laboratorios.
No obstante, unos pocos laboratorios han conseguido traspasar la barrera y establecer un vínculo emocional que se traduce en una alta fidelidad. Se trata de laboratorios cargados de connotaciones positivas en todas sus dimensiones: institucional, relacional, cartera de productos y trayectoria.
6. El médico de Atención Primaria feliz y su relación con la Industria Farmacéutica.
Se trata de un médico que considera bien cubierta su esfera personal (la base de la pirámide), y ello impacta de forma positiva en la vivencia y percepción de su éxito profesional, no espera que el entorno laboral le satisfaga necesidades a nivel personal, con lo que su nivel de exigencia y crítica hacia la Administración, la Industria Farmacéutica, los pacientes… es inferior al detectado en el médico infeliz.
* Se siente valorado y respetado por el paciente.
* Considera que la Industria le apoya, le forma, y se preocupa por sus necesidades.
* Su entorno laboral es positivo, está cargado de compañerismo y empatía, y siente que los superiores tienen un rol cercano y comprensivo.
Posee una visión más realista de la medicina, y una actitud más conformista, siendo su máxima aspiración el mantener su bienestar actual.
En base a ello, es un médico que se muestra accesible y receptivo ante la Industria, puesto que entiende que ambos (industria y médico) obtienen beneficios de la relación (gráfico 3).
No obstante, la relación se basa en el intercambio mutuo, y es más difícil llegar a establecer un vínculo emocional estable y duradero en el tiempo que se traduzca en fidelidad y compromiso, médico fácilmente seducible.
Ambas relaciones tienen consecuencias en la prescripción de los fármacos de la compañía y en el nivel de adopción de los nuevos lanzamientos (gráfico 4).
7. Conclusiones
En base a los resultados mostrados, podemos concluir que conocer el nivel de felicidad del médico nos puede ayudar a entender ciertas actitudes de los médicos, y a determinar cuáles son sus expectativas y demandas en su relación con la Industria, y poder adaptar de esta forma diferentes estrategias en función de su realidad individual.