¿Por qué a veces un olor, una canción, un sabor o una frase, nos teletransporta a un momento concreto de nuestra vida? Hay instantes que nos han impactado en el pasado, que nos han generado un recuerdo que nos acompañará toda la vida. Estos recuerdos aparecen en determinadas ocasiones e inmediatamente activan una emoción, que puede traducirse en un sentimiento positivo que nos motive hacer algo y nos alegre o un pensamiento negativo que nos bloquea.
Existen momentos en los que se pueden fomentar la creación de este tipo de recuerdos, y uno de ellos son los eventos. Se convierten en excelentes oportunidades debido a que cuentan con una mayor atención y receptividad por parte del grupo de personas que asisten.
A grandes rasgos, cuando una empresa organiza y celebra un evento para hacer un balance de cómo mejorar lo hecho hasta el momento, o presentar algún producto o servicio, suele realizar una serie de acciones como por ejemplo, Team Building o espectáculos para crear un mayor engagement con la marca o el grupo, pero… ¿Qué ocurrirá al día siguiente? ¿Qué permanencia tendrán los mensajes que se han transmitido? ¿Habrán activado alguna emoción? ¿Habrán conseguido crear algún recuerdo? ¿Se traducirá esto en resultados?
Son las estrategias de marketing las que definen mejor los mensajes y objetivos que se deben conseguir cuando se realiza un evento y para ello se recurren a diferentes técnicas que ayuden a conseguir lo planteado, dentro de estas la más efectiva es: El marketing motivacional.
Hablar de marketing motivacional supone integrar un adjetivo emocional a las estrategias, que agrupa diferentes metodologías como el Design Thinking, Neurolingüística y Neuromarketing ayudando así a generar recuerdos que perduren, por que como plantea Paco Arribas, Director General de Inside Brain en MKTEC, “Son las emociones y no la razón las que construyen memoria”.
Sabemos que la motivación es el sentimiento que genera movimiento, y ese movimiento en muchas ocasiones es la respuesta a un impacto en nuestras emociones. Adaptar y elegir la forma más eficaz de transmitir los mensajes significa activar emociones.
¿Y si hablamos de eventos internos? Utilizar estrategias basándose en la aplicación del marketing motivacional permite transmitir mensajes en plazo y forma, lo que ayudará a incrementar el “engagement” de los empleados para la compañía, haciendo que estos se sientan más valorados e identifiquen los objetivos de la empresa como propios, puesto que promueven las actitudes perfectas para enfrentarse a nuevos retos. Además la permanencia de este sentimiento será mucho más efectiva que la emoción que generan los incentivos o las acciones puntuales sin continuidad.
La aplicación del marketing motivacional en los eventos se convierte en un pilar fundamental para generar recuerdos y posicionar mensajes. Entonces, ¿los eventos generan resultados? ¡Si, lo hacen! Los eventos que se basan en estrategias que apelan a las emociones, obtienen resultados positivos.
Pero… ¿de qué resultados hablamos? la transformación de percepciones, la adquisición de conocimiento, la permanencia de mensajes claves, la creación de sentido de pertenencia, entre muchos otros, son los resultados que buscamos. Estos resultados con el tiempo se transforman en la consolidación de marca de nuestra compañía, producto o servicio.